¡Milagro! ¡Es un milagro! ¡Aleluya, Señor, aleluya!
Unos aficionados argentinos compraron sillas de ruedas para conseguir entradas baratas destinadas especialmente para minusválidos, con el objetivo de ver el partido de octavos de final contra México.
Todo iba bien. Hasta el momento del....¡milagro! Como el partido era muy intenso, uno de los 'discapacitados' argentinos no pudo aguantar la emoción y de repente se levantó de su silla para celebrar el gol de su país. Los vigilantes de seguridad que estaban por ahí, les mandaron directamente fuera del estadio.
"Nuestro compañero no podía aguantar más, y el que estaba al lado se quedo con la boca abierta. Pensó que fue un milagro", dijo Gustavo. "Lo sentimos muchísimo por lo que hicimos, pero no había otra opción. Teníamos muchas ganas de ver el partido y era imposible que pagáramos tanto dinero", agregó Claudio.
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